Vistas de página la semana pasada

domingo, 17 de febrero de 2013


Rodrigo Caballero y Llanes

La pasada semana hice una visita a Salamanca y, como siempre que visito esa hermosa ciudad, realice la oportuna parada en la Plaza Mayor. En ella, la Guía que nos explicaba las vicisitudes que sucedieron para la construcción de la Plaza, dijo que el impulsor-creador de la misma fue Don Rodrigo Caballero y Llanes, Conde de Francos.
Algunos de los componentes del grupo, saltaron rápidamente y corrigieron lo dicho por la Guía, ya que Rodrigo Caballero y el Conde de Francos, no eran la misma persona. Y es más, el tercer  Conde de Francos, que se llamaba      Jose del Castillo y Larrazabal, era Comisario Diputado de la comisión que se nombró en la reunión en que se aprobó la realización de la obra.
El tema quedó aclarado y continuamos nuestra cultural visita.
¿Quién era Don Rodrigo Caballero y Llanes?. Pues era un paisano nuestro, ya que había nacido el 5 de agosto de 1663 en Valverde del Camino y después de importantes cargos políticos en la Península Ibérica (Valencia, Barcelona, Betanzos, La Coruña, etc.),  a partir de noviembre de 1726 tomo posesión como Intendente General de Castilla en Salamanca, reinando Felipe V.
Él era originario de familia hidalga y estaba casado con Beatriz Enríquez de Guzmán, (de familia noble andaluza). Era Caballero de la Orden Militar de Santiago.
Al principio de su residencia en la capital salmantina, percibió la necesidad de construir una Plaza Mayor como las de otras ciudades españolas, más regular que la medieval existente, como eje central de la vida de la población.
Después de diferentes intentos, logró convencer a los componentes del Ayuntamiento de la necesidad de esa “plaza mayor” y el 9 de julio de 1728 fue aprobada su construcción,
El diseño de la Plaza fue asignada en el primer momento al arquitecto madrileño Alberto de Churriguera. Aunque en las diferentes fases y en los años de duración de las obras, intervinieron otros proyectistas, para finalizar esta magna y hermosa obra, que es orgullo de los salmantinos, y llevan razón.
La obra pasó por distintos periodos de enfrentamientos políticos, pero especialmente por la falta de recursos económicos, para hacer frente a los litigios  entre el Ayuntamiento y los vecinos, que pretendían obtener los mejores precios en las expropiaciones.
La Plaza Mayor que consiguió el ilustre valverdeño, fue declarada Monumento Nacional en 1935 y en 1973 es considerada Monumento Histórico-Artístico.
                    Ángel Custodio Rebollo

No hay comentarios:

Publicar un comentario