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miércoles, 21 de agosto de 2013

Historia de Lepe

Reconozco que los libros me atraen desde pequeño. Es tal mi afición a la lectura, especialmente de temas históricos, que cuando paso junto a una librería, me resisto  a entrar, porque si lo hago, es casi seguro que salgo con algún libro bajo el brazo
Por eso hace unos días cuando mi amigo Carmelo me dijo que me iba a enviar un libro sobre la historia de Lepe, me alegré, porque por diversos motivos, me siento muy vinculado a la población y sus habitantes, donde conservo excelentes amigos.
Pero el libro traía una nueva sorpresa para mi, porque cuando me enteré que era la historia lepera en comic, pensé que debía ser su autor Tomás Rodríguez Villanueva, que hace años me enseñó los primeros bocetos de su obra.
Y efectivamente, mi buen amigo Tomás, ha publicado su obra con la colaboración del Ayuntamiento de Lepe y la Comunidad de Regantes “Piedras-Guadiana” y con la particularidad que todos los beneficios de esta edición van destinados  integramente  a Caritas de la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán de Lepe.
El libro, muy cuidado en la impresión y encuadernación, recoge la historia de Lepe, desde los orígenes con  fenicios y romanos hasta nuestros dias y Tomás hace un magnifico  resumen de la historia de su pueblo, como dice en la introducción, “una reseña histórica de hechos concretos, que nos da una vision general de ella y sirve de punto de partida…”.
Quiero hacer patente mi sincera felicitación a Tomás Rodríguez Villanueva por sus textos y expresivos dibujos  y a todos los que han intervenido en esta edición, de la que hasta el papel empleado es bueno.
                               
Si alguien está interesado en este libro, puede contactar directamente con

jueves, 8 de agosto de 2013

MI ABUELO Y CUBA

Yo siempre había oído aquello de que mi abuelo materno estuvo luchando en la guerra de Cuba, la fatalidad es que cuando quise averiguar lo que hizo en aquella guerra mi abuelo, los que podían aclarármelo ya habían fallecido, teniendo en cuenta que mi madre me había informado poco sobre ello, porque su padre había muerto cuando ella solo contaba dos años.
Hace unos meses me puse manos a la obra y escribí al Ministerio de Defensa para ver si podía conocer el historial de mi abuelo Felipe, y me indicaron que me pusiera en contacto con el Archivo Militar de Guadalajara. De Guadalajara me informaron que los datos sobre la contienda cubana los tenían en el Instituto de Historia y Cultura Militar Segovia.
Por fin, recibo desde Segovia carta en la que me informan el importe de las fotocopias certificadas del expediente del Abuelo, para lo que envié un giro y por fin llega a mi poder la tan esperada documentación.
Me he enterado que mi abuelo pertenecía a Infantería de Marina que tenía el nº 477 del reemplazo de 1893 y que debía que prestar servicio militar por un periodo de doce años. Aunque mi bisabuelo intentó redimir este servicio a metálico, la petición fue denegada por la Reina y en su nombre el Ministro de Marina
Estaba destinado en el 2º Batallón de Pinar del Río y a las 6 de la tarde del 12 de septiembre de 1896 ingresó en la 3ª Sala del Hospital Militar de Pinar del Río con fiebres intermitentes. El 8 de octubre de dicho año fue trasladado al Hospital de La Habana para continuar su curación.  Ni de la salida de la Habana ni del licenciamiento existen documentos en el expediente.
Pero tengo la satisfacción de saber que hizo en la guerra de Cuba mi abuelo Felipe, al que desgraciadamente no conocí.

                                                       Ángel Custodio Rebollo.
JUAN  MILLAN

La emigración en la época de los descubrimientos era penosa, porque aunque ibas al  servicio de la Corona, tenías que aportar caballos para poder luchar, porque allí te daban solo la comida y lo que te pudieran aportar en el futuro, porque la soldada era también pequeña.
Cuando te distinguías, bien en el campo de batalla o ayudando a tus semejantes, entonces venían las prebendas y veías que la emigración te habia ayudado y aportado rendimientos.
Tal es el caso de Juan Millán, vecino de Huelva, pero natural de Hinojos, que era hijo legítimo de Gonzalo Martín de Gamboa y de Catalina Millán, también natural de Hinojos.
Juan marchó en 1528 a Nueva España, con su mujer y un hijo de corta edad, interviniendo en la pacificación de Jalisco,  desde donde unos años después marcharon a La Habana.
Juan era inquieto y luchador, por lo que consiguió progresar él y su familia, y se inscribió en la expedición de Guzmán a Nueva Galicia en 1541., aportando dos caballos, ya que también le  acompañaba un hermano.
En Nueva Galicia la familia fue creciendo, y de el primer hijo que había  cuando marcharon de Huelva, ya eran ocho los hijos del matrimonio, seis hembras y dos varones, una de ellas estaba casada con Lope de Arellano y las restantes estaban por casar según los documentos consultados.
Pero, como en muchos casos, aquí se acaba nuestra historia, porque aunque hemos investigado todo lo posible, no hemos averiguado que fue de nuestro paisano Juan Millán y de su familia.

                            Ángel Custodio Rebollo