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miércoles, 27 de febrero de 2013

JOSEPH DE MORALES Se llamaba Joseph de Morales, era natural de San Juan del Puerto, en la provincia de Huelva, y estaba casado con Josefa Fal. De su matrimonio habían nacido dos hijos, un varón y una hembra. Era a principios del siglo dieciocho y la situación económica de la familia era catastrófica, por lo que decidieron marchar a Cádiz, donde esperaban encontrar trabajo, y fijar allí su residencia. Pero como no conseguían solucionar los problemas, Joseph de Morales decidió emigrar a América, quedando su mujer e hijos al cuidado de unos familiares que residían en la ciudad.Meses después embarcó para Nueva España y logró establecerse en México Capital, donde a los cinco años de emprender su aventura, murió de fiebres. Y aquí comenzó el problema para la Casa de Contratación, pues entre los bienes y dinero que había dejado Joseph, no se encontraba ningún documento que pudiera favorecer la localización de sus familiares, solo encontraron una carta de su madre de julio de 1731, en la que le decía que su hija profesaría como religiosa en la Orden Capuchina en el mes de agosto del mismo año. La Casa de Contratación procedió a la venta en almoneda de los bienes del difunto, para convertirlo todo en dinero efectivo y después de pagar los gastos realizados entregarle el resto a los herederos legítimos. Pero la búsqueda resulto negativa ya que las autoridades no conseguían localizar ni a Josefa Fal, la viuda de Joseph, ni a sus dos hijos. Contactaron a la Orden de los Capuchinos para tratar de solventar el problema, pero lo único que sabían es que había una religiosa que se apellidaba Morales. Con este dato la investigación no pudo solucionarse y quedó el expediente en un compas de espera, para seguir buscando a los familiares de Joseph de Morales. Pasó mucho tiempo, pero por una casualidad alguien dijo haber conocido a Joseph de Morales cuando vivía en México y por las pistas que dio este testigo, logró localizarse a su hijo, el único que entonces había sobrevivido y que residía en Sonora, en el norte de Nueva España. Fue su único hijo varón, el que recibió la herencia, cuando habían transcurrido varios años desde la muerte de Joseph. Casos como este, muestran las dificultades que encontraban las autoridades de la Casa de Contratación, para localizar a los familiares de los difuntos, para percibir la herencia de sus progenitores. Ángel Custodio Rebollo

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