AQUELLOS PERSONAJES.
Hace unos días
estuve recordando con un compañero de colegio los personajes, que ya en su
mayoría han desaparecido. Salieron incluso nombres que aunque los habíamos
conocido hacía tiempo, ya incluso no nos acordábamos de aquello.
Uno
de los personajes era el CAENA, un hombre alto y desgarbado que tenía un
coche de caballos en la parada de la calle Bejar y sobre el que se hacían
muchos chistes e incluso bromas pesadas, pero que era algo de aquella Huelva de
pocos habitantes y menos recursos que formaba parte de nuestra vida diaria.
También
salió a relucir ARTURITO, un buen hombre que le hacía los recados a las
monjas de La Morana y que iba por la calle con una pequeña barra de hierro y
sobre la punta de los dedos la hacía gira a una gran velocidad, con mucha
habilidad porque nunca se le caía. Nunca molestó a nadie y también era de esas
personas que formaba parte de la vida diaria.
En
la esquina de la calle Berdigón con la de Alfonso XII había un bar que se
llamaba El Tupi y allí era donde nos surtíamos de tabaco de contrabando que lo
tenían tres o cuatro vendedores, pero como dos eran mudos, a todos los
vendedores de tabaco de El Tupi les llamaban los MUOS.
Mi
amigo también me hablaba de RANCARREJA, pero a ese no lo recuerdo. Se
dice que era un hombre muy ocurrente y que gastaba bromas, especialmente
disfrazado en los días de carnaval, que eran la comidilla diaria en los bares, tabernas y zampuzos, que había
en cantidad en nuestra ciudad y donde todos los trabajadores se sentaban alrededor
de los veladores para tomarse “media limeta” con una tapita de “chochos”.
Era
una Huelva entrañable, donde todos nos conocíamos
Angel Custodio Rebollo
No hay comentarios:
Publicar un comentario