Ilustres Onubenses
Es curioso, la cantidad de gente importante,
que ha dado la provincia de Huelva y que han ocupado cargos de responsabilidad
y, al ser divulgado su caso solo en el ámbito local o comarcal, son desconocidos a la mayoría.
Ahora con nuestras incursiones en Internet,
algunas veces nos encontramos con la referencia a alguno de esos paisanos y nos
da alegría conocer, lo que hicieron, que
fueron, o la proeza que protagonizaron.
Ayer, indagando para otro tema, me encontré
con Juan Gualberto González Bravo, que nació en Encinasola el 11 de julio de
1777 y cuando fui consiguiendo datos biográficos me entusiasmé leyéndolos.
Juan Gualberto González Bravo, que era
nieto del escribano del Cabildo de Encinasola, hizo sus estudios en Badajoz y
Sevilla y paso a ejercer cono Letrado en la Real Audiencia al mismo tiempo que impartía clases en la Universidad de
Sevilla.
Expresó sus deseos de marchar a la América colonial y fue
nombrado Oidor de la Real Audiencia
de Guatemala, de donde, después de cinco años, regresó a España ya que había
sido nombrado Fiscal del Supremo Consejo de Indias.
Su labor fue premiada por el Rey Fernando
VII, que le nombró en 1833 Ministro de Gracia y Justicia, cargo en el que fue
relevado el 16 de enero de 1834, después de la muerte del Monarca. Más tarde
fue elegido como miembro del Congreso de
los Diputados, por la provincia de Huelva, por la que posteriormente fue
designado Senador.
Era muy destacado como hombre de letras, lo
que reconocía la Real Academia
Española que lo incluyó en el “Catalogo de los Escritores que pueden servir a la Autoridad ”. A esto se
unía su afición a la música en la que
interpretaba obras clásicas con su violín. A todo ello se sumaba su prestigio
como político y jurista.
Nunca
contrajo matrimonio y fue cuidado en su vejez por una ahijada hasta
noviembre de 1857 en que murió. Su última voluntad fue que su entierro
fuese sencillo y sin ninguna solemnidad.
Su testamento donde expresaba su intenso
amor por Encinasola, benefició al pueblo con una cantidad importante para que
se realizasen obras de utilidad.
Angel
Custodio Rebollo
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