TRATADO DE ALCOUTIM
Año 1371.
En aquella época era normal que los reinos de Portugal y Castilla
estuviesen guerreando. El portugués Fernando I había entrado en Galicia arroyándolo
todo y el castellano, Enrique de Trastamara, le respondió con fuerza, lo que le
hizo retroceder a Oporto y después a Coimbra, al mismo tiempo que el rey
castellano cercaba Guimarâes y Braga.
Total, que dijeron ya está bien de tirarnos
los trastos a la cabeza, vamos a firmar la paz y vinieron al sur. Fue en Alcoutim
donde hace hoy 639 años, (era el 31 de marzo de 1371), se sentaron ante una
mesa para firmar las condiciones por la que se establecería la paz.
El rey Fernando I, llamado el Hermoso, y
Enrique II de Castilla. Acordaron que se respetarían ambos países y contrataron
la boda del Fernando con la hija de Enrique, Beatriz de Trastamara, quien
recibiría como dote Valencia de Alcantara, Alariz, Ciudad Rodrigo y Monterrey.
Fernando el Hermoso, que era un ligón de
cuidado y veía una enagua y los ojos le bailaban, estando a la espera de
celebrar la boda, conoció a Leonor Teles, una sobrina del Conde de Barcelos y
de Ourem, descendiente de la mas ilustre nobleza peninsular y que en Portugal
era el jefe de la alta nobleza portuguesa.
Leonor Teles estaba casada con Joâo Lourenço
da Cunha, Señor de Pombeiro, de quien tenía un hijo, pero a Don Fernando le
importó poco, y después de una serie de pequeños altercados, huyó con Leonor a
Oporto y se casó en secreto con ella, haciéndolo publico en mayo de 1372, así como la dote que había
asignado a la nueva reina de Portugal; Vila Viçosa, Abrantes, Sintra, Almada,
Frielas, Mercês, Unhos, Torres Vedras, Alenquer, Óbidos, Atouguia y Aveiro.
Este incumplimiento alteró de nuevo los
ánimos y con la ruptura de ésta alianza; Castilla seguiría fiel a Francia y
Portugal fomentó su adhesión a Inglaterra, cuando los dos países mantenían la
llamada “Guerra de los Cien años”.
Para conmemorar la firma de este Tratado,
que duró poco, hace unos años se hermanaron las poblaciones fronterizas de
Alcoutim, en Portugal y la española Sanlucar
de Guadiana, (que en tiempos se llamó Sanlucar de Alcoutim) suscribiendo el
documento de hermanamiento en un barco fondeado en el río Guadiana, al que tuve
el honor de asistir.
Angel Custodio
Rebollo
No hay comentarios:
Publicar un comentario