Doña Mencía López de Haro y sus leyendas |
Ángel Custodio. Nació en Vizcaya en 1215 y su padre Lope Díaz de Haro, señor de Vizcaya, era hijo de Diego López de Haro, que entre otros títulos tenía el de los Señorios de Vizcaya y de Huelva. Su madre, Urraca Alfonso de León, era hija ilegitima de Alfonso IX y hermanastra de Fernando III El Santo.
En 1234, Mencía contrajo matrimonio con Álvaro Pérez de Castro, Señor de la Casa de Castro, y bisnieta de Alfonso VII de León.
En 1237, Pérez de Castro vendió a Mencía, la villa de Peredes de Nava y toda su heredad por 15.000 maravedíes.
En 1239, en el municipio toledano de Orgaz, falleció Álvaro Pérez de Castro, cuando marchaba para Andalucía, después de una entrevista que mantuvo con Fernando III en Ayllón, en Segovia.
Aunque no era muy agraciada, se desposó por segunda vez con Sancho II de Portugal, por lo que Mencía López de Haro, fue legitima Reina de Portugal.
Sancho II estaba en guerra con su hermano Alfonso que pretendía el trono portugués, y le había denunciado porque Sancho y Mencía eran primos y necesitaban autorización papal para contraer matrimonio, algo que, al parecer no habían solicitado, aunque algunos historiadores dicen que sí.
Hubo un enfrentamiento diplomático entre Sancho II y el Papa, algo que repercutió en el clero portugués, por lo que Sancho tuvo muchas disputas y enemigos, pero no dio su brazo a torces para anular el matrimonio. Y fue el propio Papa quien invalidó el matrimonio, por los vínculos de sangre que los unían familiarmente.
Doña Mencía fue llevada de Ourem a Galicia y allí se pierde su pista, aunque al parecer adonde fue es a Palencia, en donde murió y fue sepultada en el Monasterio de Santa María, en Nájera.
Hasta aquí una sucinta biografía de Mencía López de Haro, pero como era una mujer muy decidida, se le atribuyen dos leyendas , a las que me refiero a continuación.
Las leyendas.
Se cuenta que el rey Aben Alhamar de Granada se enteró que Álvaro Pérez de Castro, el esposo de Mencía, que era Alcalde de Martos, estaba en contacto con el rey de Toledo y fue cuando Alhamar quiso conquistar Martos, para evitar que los cristianos tuviesen mas poderío.
Álvaro Pérez estaba perdiendo la batalla y ya tenían, los moros, casi conquistado la villa jiennense, y fue cuando a Mencií se le ocurrió una idea que puso en práctica. Como le quedaban pocos hombres y para impresionar a los musulmanes, se le decidió vestir a todas las mujeres con ropas de hombres y los árabes viendo la superioridad numérica que tenían los cristianos optaron por retirarse.
La segunda leyenda fue en Portugal, siendo esposa del rey Sancho II. Como el marido siempre estaba guerreando y enfrentado unos y otros, una de las veces, fue materialmente raptada por tropas al mando de Raimundo Viegas de Portocarrero, partidario del hermano del rey y con el que estaba enfrentado. Portocarrero la llevó a Ourem y cuando el rey Sancho intentó liberar a su esposa, dicen las malas lenguas que ésta se negó a ser rescatada, porque se había enamorado de su raptor y por eso Sancho dio la vuelta y Mencía partió de Ourem y no se supo mas de ella hasta su muerte.
Y estas son las dos leyendas, de esta mujer astuta y decidida, que se enfrentó a serios problemas en sus dos matrimonios.
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