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miércoles, 8 de abril de 2015

Orientación literaria

» Para combatir la rigidez de la censura, que hacía que no nos llegasen muchas publicaciones a nuestro país, nació una editorial en Francia, tutelada por exiliados españoles, que publicaba unos libros atacando al Régimen, y que llegaban a España por medios inverosímiles y después circulaban de mano en mano.
8 abril 2015
Censura
La censura de posguerra afectó también a la correspondencia.
Ángel Custodio. En lapostguerra y hasta losaños setenta del siglo pasado, hubo una censura para las obras literarias. Desde su inicio el responsable era el Departamento de Orientación Literaria, y si querías publicar algún libro o comentario en prensa, era necesario pasar por la “criba” de unos señores con criterios arcaicos e influenciados por el fervor patriótico que se vivía entonces, con los que se convertían hasta en peligrosos.
Los censores eran personas muy estrictas para cumplir las instrucciones que recibían de sus superiores y, hubo momentos, en los que las rectificaciones fueron peores que los originales.
El escritor Juan Marsé.
El escritor Juan Marsé.
Hace unos días y en una entrevista que le hicieron en radio al escritor Juan Marsé, sobre la censura de aquella época, comentó que una vez fue llamado por el censor de turno, para exponerle unas objeciones sobre una novela que quería publicar y este le dijo: Juan, en este capítulo mencionas tres veces la palabra “muslos”, sería mejor que la mencionaras solo una y rectificando “muslos” por “entrepierna”.
Era terrible para un autor dar forma a los textos sin incurrir en una palabra que encajase en la obra prevista, . Muchas veces. el corto y estricto entendimiento de aquellos hombres, tenías que acertar para que no ofendiese la moral de las personas que pudieran leer aquellos pasajes.
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Muchas publicaciones no llegaban a España.
Para combatir la rigidez de la censura, que hacía que no nos llegasen muchas publicaciones a nuestro país, nació una editorial en Francia, tutelada por exiliados españoles, que publicaba unos libros atacando al Régimen, y que llegaban a España por medios inverosímiles y después circulaban de mano en mano.
Si alguien tenía la mala suerte que le cogieran con un libro de estos, sa caía con todo el equipo.
La mayor obsesión de los censores era la pornografía. Bajo su sutíl criterio, y recuerdo que en un viaje que hice a Suecia por aquella época, todos traíamos entre las ropas y camuflados en la maleta, algún libro o revista subidita de tono. Muchos recurriendo a las ropas interiores de las señoras u ocultas en los lugares más imposibles del equipaje.

lunes, 12 de enero de 2015

La Batalla de la Isla de Saltés
» El 17 de julio zarparon de Lisboa rumbo al Cabo San Vicente 21 galeras, 1 galeota y 4 naos al mando de almirante Joâo Alfonso Telo, con la orden de aniquilar a la flota castellana que había en Andalucía, pues tenían noticias que no había muchos barcos y presentían una rápida victoria.
12 enero 2015
Imagen de la Isla Saltés. / Foto: imagina65.blogspot.com
Ángel Custodio Rebollo. Eran los primeros días de julio de 1381 y el puerto de Lisboa presentaba  un especial movimiento, hombres que iban cargados de objetos pesados que depositaban en las embarcaciones y un griterío de órdenes y mensajes que movían a la gente en todos los sentidos. La flota portuguesa estaba preparando sus barcos para cubrir  un enfrentamiento con la flota castellana, ya que desde  1.369 los dos países estaban enfrentados en las que se llamaron “las guerras fernandinas”.
El 17 de julio zarparon de Lisboa rumbo al Cabo San Vicente 21 galeras, 1 galeota y 4 naos al mando de almirante Joâo Alfonso Telo, con la orden de aniquilar a la flota castellana que había en Andalucía, pues tenían noticias que no había muchos barcos y presentían una rápida victoria. Al mismo tiempo el rey portugués ordenó que tiraran al mar a los marineros castellanos y destruyeran todos los barcos que encontraran en su ruta.
La travesía tuvo muchos percances ya que el estado del Atlántico era tormentoso y de los que los marineros llaman de “mala mar”, por lo que la flota se dispersó, llegando las primeras 12 galeras a la costa algarvía.
Cuando los castellanos que los esperaban con 17 galeras en la costa onubense, al mando del almirante Sánchez de Tovar, éste percibió lo precario del estado en que venían los  barcos portugueses, ordenó a sus capitanes virar y poner rumbo a Huelva y adentrarse en su ría frente a la isla de Saltés, que era donde los marineros palermos le habían señalado como lugar más seguro para enfrentarse al enemigo.
La primera oleada de barcos portugueses siguió a los castellanos hacia la ría de Huelva creyendo que los tenían acorralados y allí fue donde los hombres de Sánchez de Tovar los cercaron y apresaron a los barcos lusos, no sin antes vengar a los pescadores onubenses cuyos barcos habían hundido y a ellos arrojados al mar para que se ahogaran, para lo cual le aplicaron lo que se llamaba  “moja de pies”, que consistía en tirar a los prisioneros al agua con los pies atados.
La segunda oleada de galeras portuguesas sufrió la misma suerte y la última decidió virar en redondo y volver a Lisboa para informar de lo ocurrido.
El Almirante Sánchez de Tovar puso rumbo a Sevilla con las galeras apresadas arrastrando los pendones por el agua.
Al final de noviembre del mismo año, Sánchez de Tovar bloqueó Lisboa durante un mes, lo que obligó a los barcos portugueses a refugiarse en Sacavem.


Publicado en Huelva Buenas Noticias el 12 de enero de 2015

miércoles, 7 de enero de 2015

Teresa Valcarce
» Ángel Custodio nos trae esta semana la curiosa historia del cuadro de Bernardo de Gálvez, que nos lleva hasta Nueva España, recordando así una parte de la historia de América.
7 enero 2015
Imagen del cuadro. / Foto: www.bernardodegalvez.eu
Ángel Custodio. El pasado mes de diciembre se ha colocado con toda solemnidad en el edificio del Capitolio  de los Estados unidos de América, un cuadro, obra del pintor Carlos Monserrate, con la figura de Don Bernardo de Gálvez,(Conde de Gálvez y Vizconde de Galvestón), militar y político español, héroe de Pensacola y nombrado por el Presidente Obama, ciudadano de honor de los Estados Unidos.
Bernardo de Gálvez ha sido, hasta ahora,  casi desconocido para muchos españoles y estadounidenses, pero gracias a la labor de una malagueña afincada en  Washington  llamada Teresa Valcarce y casada con Donald Foley, que durante dos años y con un entusiasmo contagioso, ha visitado despachos y autoridades norteamericanas y españolas, incluida nuestra Casa Real,, para reivindicar como se merece a la figura de Bernardo de Gálvez.
Lo conseguido por Teresa es digno de los mayores elogios, pues son ciudadanos de honor de los  Estados Unidos;  Winston Churchil, William Penn, el fundador de Pensilvania y su segunda esposa, Teresa de Calcuta,  el Marqués de Lafayette y  Casimir Pulaski.
Bernardo de Gálvez nació el 23 de julio de 1746 en Macharaviaya en la provincia de Málaga y murió en Tacubaya, Nueva España, el 30 de noviembre de 1786. Y entre sus muchas andanzas militares, ya que combatió en campañas en Portugal, Francia, entre otras, y  fue muy activo e intervino en nombre de España, en la guerra de la Independencia de los Estados Unidos.
Por eso, al leer en la revista “Somos Primos” que la Society of Hispanic Historical and Ancestral Research edita en los Estados Unidos en Internet y en la que me honro en colaborar, el agradecimiento de Teresa Valcarce a todos los que le han ayudado para llegar a buen fin de esta tarea, deseo manifestar, en nombre de muchos españoles y andaluces, que los que tenemos que dar las gracias a Teresa somos nosotros por reivindicar la extraordinaria labor y heroicidad de nuestro compatriota.,

Muchas gracias Teresa.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Al éxito por la práctica

» Ángel Custodio nos cuenta su experiencia temporal en silla de ruedas mientras se recupera de una operación que le han realizado tras sufrir una caída.
15 diciembre 2014
Ángel Custodio.
Ángel Custodio.
Ángel Custodio. Al final del verano y cuando me disponía venir desde Punta Umbría, al montarme en la canoa, resbalé con tan mala suerte que sufrí una triple fractura en el tobillo izquierdo. Me trasladaron al Juan Ramón y al día siguiente fui operado colocandome una chapita y unos tornillos y a convalecer.
Desde entonces, aunque temporalmente y hasta cuando efectúe la recuperación, me veo obligado a desplazarme en silla de ruedas si quiero salir a la calle, lo que procuro hacer siempre que puedo. Según me dicen todo va muy bien y dentro de poco podré caminar.
El primer día que salí en la silla, todo iba muy bien mientras que lo hacía por el acerado, pero cuando tuve que pasar el primer paso de cebra y atravesar hasta la otra acera, sentí una extraña vibración, como si fuera un terremoto. Pero no era un movimiento sísmico, eran los adoquines de la calle que hacían saltar  las ruedas de una forma terrible; me vibraba el estomago, la columna vertebral, los brazos y tenía la sensación que mi cuerpo entero iba a estrellarse en el suelo.
Yo, afortunadamente espero dejar este medio de locomoción dentro de poco, pero pensé en las muchas personas que por diversas lesiones u otros problemas se ven obligadas a moverse en  silla de ruedas toda la vida, y me dio un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo.
He pensado que como el próximo año hay elecciones y se acometerán muchos arreglos en la ciudad, en los pasos de cebra, podrían sustituirse la base de los mismos por asfalto liso y llano, con lo que se prestaría un gran favor a una minoría silenciosa que dejará de soportar las molestias que le producen los adoquines en el uso cotidiano y obligatorio  de la silla de ruedas.
Nunca había pensado en este problema, pero como decía el slogan de  la antigua y creo que desaparecida Escuela Radio Maymó en su publicidad. “Al éxito por la práctica”, yo al verme obligado a realizar esta práctica de la silla, he descubierto un verdadero suplicio que sufren muchas person

lunes, 1 de diciembre de 2014

Rancarreja

» Hace unos días me recordaron que cuando Rita Hayworth visitó Huelva y se la vio paseando por la calle Concepción.
1 diciembre 2014
Rita Hayworth estuvo en Huelva.
Rita Hayworth estuvo en Huelva.
Ángel Custodio. A veces, surgen nombres y hechos que crean una leyenda y eso es lo que pasa con el “pequeño Nicolás”, que actualmente, todos los medios de comunicación, informan datos sobre los acontecimientos en los que este singular personaje ha sido  protagonista.
Esto pasará y con el tiempo se olvidará. Como ha ocurrido tantas veces  con esas pequeñas historias que nos cuentan “los más viejos del lugar” y que a veces nos causan dolor y otras sonrisas, pero que si no fuera por la memoria de algunos , no las conoceríamos.
Comentaba esto en una tertulia de café, cuando alguien me recordó que una persona de Palos se propuso ir a Madrid cuando vino el presidente de los Estados Unidos Dwight Eisenhower, y tuvo habilidad para pasar todos los controles  e incluso estrechó la mano del importante mandatario.
También me recordaron que cuando Rita Hayworth  visitó Huelva e iba por la calle Concepción, un conocido comerciante onubense, le dio un manotazo en el trasero, con el consiguiente revuelo. La frase del comerciante fue; “una vez que Gilda ha venido a Huelva, no se podía escapar que yo le tocara el culo, porque eso ocurre solo  una vez en la vida”
Hubo en Huelva un personaje del que ya no se habla y que entonces fue una leyenda, le llamaban “Rancarreja” y era célebre por la situaciones que creaba en la vida diaria, aunque cuando era muy comentado  en la época de carnavales. Rancarreja  lucía los atuendos que más llamaban la atención, aunque la mayoría de las veces “no eran aptos para menores,” y cuando eran aptos es porque eran escatológicos.
Han pasado los años y ya pocos se acuerdan, de quien según dicen, fue  uno de los hombres más divertidos que ha tenido Huelva y su carnaval.

sábado, 15 de noviembre de 2014

laqué o tap le sirvieron para obtener diez días de permiso extras y ser el primer bailarín de claqué de Prado del Rey.
10 noviembre 2014
FlowClaqueÁngel Custodio. El “claqué”, también llamado “tap”, es un tipo de baile de salón actualmente, pero que se creó en los Estados Unidos por la unión del baile de los irlandeses  y un zapateado de los negros emigrantes. También influyó mucho que a los esclavos negros les estaba prohibido  que utilizasen instrumentos musicales de percusión, por lo que tuvieron que servirse de los pies y las manos para sus acompañamientos musicales.
El claqué se unió a los espectáculos y como es natural al cine, lo que hizo que se divulgara por todo el mundo como una danza más. Se formaron escuelas de claqué, aunque donde más lo bailaban era en los barrios negros.
Personalmente y en forma autodidacta, comencé a aprender a mover los pies  bailando claque, a lo que me ayudaba mucho el zapateado del baile flamenco que yo también practicaba. Pero fue una amiga extranjera que bailaba muy bien claqué, quien me enseñó varios pasos, a cambio de lo poco que le pude enseñar sobre  flamenco y sevillanas.
Pasó el tiempo y como todo españolito de aquella época, al cumplir los veinte años, tuve que marchar a cumplir  mi Servicio Militar Obligatorio. Me destinaron al Cuartel de Ingenieros en Prado del Rey, donde actualmente están los estudios de la Televisión  Española y entonces es cuando me di cuenta para lo que servía mis conocimientos del claqué.
En los primeros días de instrucción, solicitaron artistas para intervenir en el espectáculo de la “Jura de Bandera”, el día del patrón San Fernando y yo decidí presentarme  a la convocatoria. Recuerdo que cuando dije que yo bailaba “claqué”, el cabo primero que nos apuntaba me miró y dijo en voz baja, “¿eso qué es? Después de una aclaración fui admitido porque era la primera vez que se iba a interpretar ese tipo de danza en la fiesta patronal.
A partir de ese día, cuando después del desayuno formábamos para hacer la instrucción, el sargento ordenaba, ¡¡los artistas a ensayar!!
No digo nada, lo que decían entre dientes los que se quedaban cargados con el “Máuser” y desfilando durante tres horas, hiciera frio o calor.
Me trataron a cuerpo de rey, me fabricaron, en la carpintería del cuartel, un pequeño bastoncito que pintaron de negro y a la empuñadura le aplicaron color marfil. (¡¡Una maravilla!!)
Y así es, como mis conocimientos del claqué o tap, me sirvieron para obtener diez días de permiso extras  y ser el primer bailarín de claqué de Prado del Rey